Las hormigas plateadas del Sahara que pueden resistir temperaturas inimaginables son la clave para nuevos materiales aislantes.

Mediodía en el Sahara. La arena del desierto puede alcanzar temperaturas de hasta 70 grados. A esa hora solo hay un animal que se aventura a salir al sol. Se trata de un hormiga de aspecto metálico. El pelo plateado que recubre su armadura guarda el secreto para una nueva generación de nanomateriales capaces de resistir altísimas temperaturas.

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Las hormigas plateadas del Sahara (Cataglyphis bombycina) solo salen a buscar comida a mediodía, cuando el calor es insoportable y ningún depredador puede acecharlas. Incluso a pesar de su adaptación al calor, el insecto solo pueden resistir 10 minutos al sol.

El hábitat y la ecología de estas hormigas ya se conoce, pero nadie se había parado a tratar de averiguar desde el punto de vista de la física cómo logra exactamente este animalito resistir semejantes temperaturas. Intrigado por su apariencia metalizada, el profesor Nanfang Yu, del departamento de física aplicada en la Universidad de Columbia, ha descubierto la clave para una nueva generación de materiales. La clave está en los pelos.

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La parte superior del cuerpo de estas hormigas está recubierta de una densa capa de pelos plateados. El microscopio electrónico ha revelado que cada uno de estos pelos tiene una sección de corte triangular. Esa estructura tiene una propiedad muy poco común en la naturaleza: refleja tanto la radiación electromagnética en el rango visible para el ser humano, como una porción bastante amplia de radiación infrarroja. El resultado es un auténtico “traje de astronauta” con el que las hormigas pueden mantener una temperatura corporal inferior a 53 grados, que es el límite que pueden soportar sin morir.

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La analogía del traje de astronauta no es casual. Nanfang Yu y su colega Norman Nan Shi están trabajando con investigadores de las Universidades de Zurich y Washington con un objetivo: desarrollar una versión sintética (probablemente a escala nanométrica) de la cobertura de la hormiga plateada.

Entre las entidades que financian su trabajo está la fuerza aérea estadounidense. Si logran crear este material, sus aplicaciones serían múltiples, desde aeronáutica a trajes protectores, o aislantes para reducir el consumo de aire acondicionado en verano.

GIZMODO

El ordenador más pequeño del mundo

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Veinte años atrás era normal para cualquier escritorio tener una torre de plástico y metal a su lado, acompañada por un cañón de rayos catódicos como monitor. Hoy, los ordenadores pueden ser tan compactos como una tarjeta de crédito (un buen ejemplo es el Raspberry Pi), pero en la Universidad de Michigan han creado lo que tal vez sea el sistema más pequeño del mundo. Su nombre es Michigan Micro Mote, y es grande como un grano de arroz, lo que abre todo un abanico de posibilidades en el campo de la llamada «Internet de las Cosas».

La mayoría de las compañías han compartido diferentes visiones futuristas, aunque todas ellas coinciden en varios puntos. La idea de una cafetera reconociendo nuestras preferencias, una ducha que ajusta su temperatura de forma automática, lavarropas calculando el consumo de agua a partir de la cantidad de prendas, lámparas que cambian su luz según la hora del día y frigoríficos que advierten sobre alimentos faltantes son claros ejemplos de la famosa Internet de las Cosas. Uno de los grandes desafíos que enfrenta la Internet de las Cosas es la miniaturización satisfactoria de los sistemas actuales, incluyendo la integración de sensores y la capacidad de transmitir datos en forma inalámbrica a alta velocidad.

En la Universidad de Michigan han llevado esta miniaturización al extremo con el nuevo Michigan Micro Moteel ordenador funcional más pequeño del mundo. Su volumen es de apenas un milímetro cúbico, y posee todos los elementos que permiten llamarlo «ordenador completo»: Entrada (sensores), procesamiento, almacenamiento y salida (transmisión por radio). Su fuente de energía es una celda fotovoltaica de un milímetro cuadrado capaz de generar 20 nanovatios, y el consumo es tan bajo que puede operar con luz ambiental artificial, garantizando un funcionamiento casi perpetuo. Temperatura, presión, y captura de imágenes son algunas de las funciones que el artículo oficial menciona para el Michigan Micro Note, mientras que su alcance máximo de transmisión promedia los dos metros. El siguiente objetivo de los expertos, es incrementar ese rango.

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Desde seguridad hogareña y localización de objetos (llaves, mandos a distancia, etc.) hasta el monitoreo de pozos petrolíferos y estructuras complejas de hormigón, el Michigan Micro Mote está haciendo mucho ruido. También se ha considerado su aplicación en medicina, ya que una vez equipado con los componentes adecuados, podría recolectar diferentes datos de nuestro cuerpo, como si fuera un dispositivo vestible bajo la piel.

Neo Teo

Esto es lo que pasa cuando una bolsa de aire se despliega una centésima de segundo después

He aquí un aterrorizante video que nos muestra la importancia de contar con una bolsa de aire que funcione como se espera contra una que simplemente funcione… pero una centésima de segundo tarde, verás la sandía caer en cámara lenta y ser recibida por la bolsa mientras se despliega, contra otra que explota.

y todo esto tan sólo por una fracción de segundo tarde.

Fascinantes cajitas musicales mecánicas

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Seguramente cada que vemos una caja musical, nos deja sorprendidos, pero cuando vemos estas extraordinarias piezas realizadas en el siglo 18 por el maestro relojero Jaquet Droz, no podemos creer la complejidad que poseen pareciera que funcionan mediante un encantamiento antes que por un mecanismo, su precisión y belleza es impactante.

 

 

Recupera la vista gracias a un ojo biónico

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El anciano de la foto se llama Larry Hester, tiene 66 años y su cara de felicidad se debe a que acaba de recuperar la vista después de 33 años de ceguera. La causa de su pérdida de visión es una enfermedad degenerativa conocida como retinosis pigmentaria, que empezó a afectarle cuando tenía alrededor de 30 años. Por algún motivo de origen genético que aún se desconoce, los pacientes empiezan a perder los conos y bastones de su retina hasta quedar totalmente ciegos.

Pero Hester es un tipo afortunado. Es el séptimo estadounidense al que le implanta una tecnología llamada «ojo biónico«, una técnica experimental que consiste en aplicar los conocimientos en Neurociencia para parchear el circuito entre la retina y el cerebro. El momento en que Hester recupera parcialmente la vista, registrado por los médicos del Duke Eye Center, lo podéis ver en un emotivo vídeo donde se le escucha expresar su felicidad y sorpresa. «Sí, ¡oh, dios mío! ¡Si!»,exclama.

El «ojo biónico» consiste en instalar un implante en la retina del paciente que conecta con su nervio óptico. Mediante un sistema wifi, los sensores de las gafas que porta Hester envían una señal al chip instalado en la retina, que lo traduce en impulsos eléctricos que envían un mensaje a su cerebro.

Es importante señalar que lo que ve Hester, y los otros pacientes, no es la realidad tal y como la percibimos nosotros, sino una serie de estímulos que le permiten distinguir sombras y formas como la de una puerta en una pared o el patrón de un paso de cebra en la carretera. Según él mismo describe, percibe fogonazos más intensos cuando mira a fuentes de luz directamente o a objetos de colores vivos.

A pesar de que no es el equivalente a volver a ver como antes, la vida de estos apcientes mejora sensiblemente tras el implante, Hester describe la alegría de reconocer viejos objetos, de sentarse delante de la pantalla de televisión a ver las sombras un partido de fútbol o de reconocer la cara de su mujer cuando queda iluminada y en contraste. Gracias al esfuerzo de los médicos y de voluntarios como él, las siguientes generaciones de ojos biónicos proveerán al usuario de mucha más información.

 

Fogonazos

Interesante, fascinante, minucioso y detallado es el proceso de diseño y fabricación de este elaborado y carísimo reloj Grandmaster Chime 5175R.

Ahora que lo nuevo son los smartwatches, de relojes digitales y (supuestamente) avanzados, vale la pena recordar cómo se diseñan y fabrican algunos de los relojes tradicionales más elaborados del mundo. A esa categoría sin duda pertenece el nuevo Grandmaster Chime 5175R, de la firma suiza Patek Philippe, propiedad del multimillonario Henri Stern. Este reloj es más que una joya: cuesta 2,5 millones de dólares.

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La compañía lo llama el reloj más «complicado del mundo y uno de los más elaborados» y aunque sea marketing, no debe andar lejos. Patek lo ha estrenado para celebrar el 175 aniversario de la compañía. Se trata de un reloj de doble cara (muestra la hora en una y las fechas en otra) y es una especie de tesoro para cualquier amante de la horología. Cuenta en total con 1.366 componentes y el cuerpo de oro de 18 quilates está grabado a mano.

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Te dejamos con el vídeo sobre el proceso de fabricación .

 

 

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T H E U N S E E N A I R

Imaginemos que nuestra ropa fuera sensible a los cambios en la temperatura, la radiación ultravioleta, la contaminación, la humedad del aire, los productos químicos peligrosos, la fricción y el sonido. Suena a ciencia ficción, pero ya existe. El estudio The Unseen acaba de presentar un tejido nanotecnológico que responde a estos siete estímulos alterando su color.

La tecnología detrás de esta tela es una tinta cuyos tonos RGB pueden programarse para cambiar de color en respuesta a estos estímulos. Cada uno genera un cambio cromático diferente. La contaminación atmosférica, por ejemplo, cambia el tono entre el amarillo y el negro.

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The Unseen ha ideado esta tela con fines artísticos. El estudio ha diseñado una línea de productos denominados Unseen Air para Swarovski. Su aspecto es el del caparazón iridiscente de un insecto y se presentarán en la próxima semana de la moda de Londres. La utilidad de este material, sin embargo, va mucho más allá de la moda ya que podría ser la base de ropa inteligente que nos ayude a medir el entorno, o incluso a evitar situaciones peligrosas.

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